Antes de ser ciencióloga, yo era insegura, nerviosa y tímida con los hombres. Me confundía y me molestaba fácilmente si las cosas no iban como yo quería. Ahora, después de 20 años en Scientology, no puedo creer que sea la misma persona. Me siento tan tranquila y segura de mí misma. Es un gran sentimiento.